El impuesto a los gases fluorados el nuevo frente para las empresas instaladoras
Los gases fluorados comenzaron a usarse a principios de los 90, empleados, entre otras funciones, como refrigerantes, agentes extintores de incendios, disolventes y fabricación de espumas aislantes. Ahora, la norma se endurece y solo los instaladores certificados pueden garantizar la integridad y mantenimiento de las instalaciones que utilicen estos gases.
Como estaba previsto a partir del 1 de enero de 2017, la tasa impositiva para los distintos gases fluorados de efecto invernadero, pasa al tipo pleno de tributación. El impuesto establecido en la Ley 16/2013 deberá ser abonado íntegramente.
El consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto (115/2017) por el que se regula la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos basados en los mismos.
Jordi moreno, vocal de la Comisión de Frigoristas de CONAIF Secretario de ASFRICAT y miembro de AGIC en una entrevista ofrecida a la revista de la propia asociación, habla sobre el nuevo impuesto a los gases fluorados y los problemas que traerán a la industria. Como comenta “en muchos casos supondrá la desaparición de empresas instaladoras, que no podrán soportar un impuesto tan desproporcionado”
Además, Moreno destaca que existe “una mayor responsabilidad por parte de las empresas instaladoras debido a un control de existencias, donde el menor despiste puede causar problemas con Hacienda, algo que va perjuicio del consumidor final, ya que es inviable que pueda hacerse cargo de los precios finales, falta de producto o por un mal servicio”.
Actualmente se está valorando la opción de denunciar esta tasa ante el Parlamento Europeo. Como les dio la razón el Parlamento cuando denunció Asfricat (asociación de frigorista de Cataluña) para que los vendedores de aparatos con gases fluorados garantizarán su instalación por empresas habilitadas.
Los aparatos de aire acondicionado, equipos precargados y bombas de calor con gases fluorados solo podrán venderse cuando sean instalados por empresas habilitadas.
Este impuesto al ser exclusivo en España, genera que “la entrada del gas se realice a través de compras en Francia, Portugal o Italia por parte de empresas defraudadoras o usuarios finales, perjudicial en todo caso a las empresas instaladoras o mantenedoras” comenta Moreno.
Advertimos la importancia de contar siempre con una empresa homologada que pueda realizar estos servicios y manipulación, para evitar problemas futuros. Es, por lo tanto, uno de los requisitos indispensables a la hora de elegir su empresa instaladora.
Existen empresas que intentan defraudar sin certificados, que lo único que pueden crear son problemas a corto y largo plazo. La confianza de expertos asegura la tranquilidad de quien instala y del consumidor final.
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