Rebaja al Plan MOVELE 2015 y críticas en el sector

El nuevo plan MOVELE ha sido aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes 17 de abril,  nace con la idea de incentivar y promover la adquisición de vehículos eléctricos nuevos. Sin embargo, algunos elementos del plan han sentado mal en el sector de los fabricantes de vehículos.

Los usuarios que adquirieron este año un vehículo eléctrico no tendrán las ayudas prometidas por el Ministerio de Industria y Energía, y por todos los organismos oficiales, que hasta el pasado martes en el II Foro del Vehículo Eléctrico lo daban por hecho.

Asimismo, explicó que entre las novedades que incluye el Plan MOVELE para 2015 destaca la obligatoriedad de instalar un punto de recarga por un importe máximo de 1.000 euros por vehículo, para todas las categorías, salvo para los cuadriciclos ligeros, que será de 150 euros.

La gestión de estas ayudas directas se llevará a cabo por parte del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) y se pretende apoyar a los sectores de fabricantes de vehículos, de componentes y de infraestructuras de carga.

Además, el Plan MOVELE 2015 también se establece un precio máximo de adquisición de 40.000 euros y recoge la incompatibilidad con otros programas puestos en marcha por el Gobierno, al contrario de lo que sucedía hasta el momento. El Plan tampoco tendrá carácter retroactivo.

Sáenz de Santamaría señaló que el resto de condiciones del Plan se mantendrán en relación con las ediciones anteriores. Los interesados podrán solicitar hasta el próximo 31 de diciembre las ayudas, que varían en función de la autonomía y el tipo de vehículo y oscilan entre los 1.950 de los cuadriciclos ligeros y los 20.000 euros de los autobuses y autocares.

Crítica de los vendedores de vehículos eléctricos

Ganvam, la patronal de los vendedores y talleres, opina que la novedad de que el usuario tenga que instalar un punto de recarga para su vehículo eléctrico en el caso de que quiera recibir las ayudas del Plan MOVELE 2015 “actuará como factor disuasorio” para la compra de este tipo de vehículos sin emisiones.

En un comunicado, la organización explicó que esta modificación en el nuevo MOVELE ocasionará un freno en el despegue de este tipo de movilidad, al tiempo que señaló que este nuevo programa tiene un presupuesto de siete millones de euros, tres millones inferior a ediciones anteriores.

Ganvam critica, a su vez, que el Plan MOVELE 2015, aprobado este viernes por el Consejo de Ministros, contempla otras restricciones, como la incompatibilidad con otros planes puestos en marcha por el Ejecutivo.

La asociación destacó que en España solo se matriculan 65 modelos eléctricos al mes, lo que supone una demanda “residual” que necesita un impulso, por lo que destacó la necesidad de la puesta en marcha del Plan PIVE 8, con el fin de apoyar a la demanda real de vehículos, “máxime cuando las ventas cayeron un 44% en la primera quincena, al haberse agotado ya los fondos de la séptima edición”.

En este sentido, aseguró que el coche eléctrico tiene un bajo coste por kilómetro, aunque subrayó que para que se convierta en una opción de compra masiva debe superar diferentes barreras, como las infraestructuras, la baja autonomía y su elevado precio.

El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, destacó que si se superan estas trabas, “las grandes empresas y el sector público se fijarán mucho más en esta tecnología, actuando como verdaderos motores del despegue del coche eléctrico”.

La decisión de la no retroactividad habría sido tomada directamente por Moncloa sin tener en cuenta la propuesta del Ministerio de Industria y Energía. La idea, que ha sido duramente cuestionada por el sector, altera la planificación comercial de las marcas y crea una inseguridad en el mercado que es percibida como altamente lesiva. Cuando este plan 2015 se agote, las ventas se van a paralizar durante unos meses hasta que se apruebe el nuevo plan, perjudicando gravemente el desarrollo de la electromovilidad.