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El segundo dividendo digital sigue avanzando en su tramitación europea

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Cada día es mayor la demanda de los usuarios por una mayor conexión móvil, como estamos pudiendo ver tras la celebración del Mobile World Congress de Barcelona, en la que el Internet de las cosas y la conectividad de los vehículos han sido dos importantes vectores de vanguardia.

En previsión del aumento de la demanda en nuestras sociedades de la información, el Parlamento Europeo ha promovido un acuerdo para la realización de un nuevo dividendo digital que ha sido respaldado ahora por el Consejo Europeo.

La llegada del dividendo digital en el 2014 supuso la reordenación de las frecuencias, dejando totalmente libre la banda 800MHz de canales de televisión y asignada la banda 790-862 MHz a los operadores de telefonía móvil y su 4G. Dejando la banda 470-790 MHz para la radiodifusión de televisión digital y micrófonos inalámbricos.

El pasado 14 de diciembre el Parlamento Europeo consideró necesario ampliar de nuevo la banda ancha móvil, dejando un ancho adecuado para la radiodifusión de televisión, lo que significaría la llegada del segundo dividendo digital.

Este acuerdo ha sido apoyado por el consejo Europeo que también lo considera como necesario para el desarrollo de nuevas tecnologías como el 5G y el IoT (internet de las cosas), que multiplicará el número de conexiones exponencialmente. Su despliegue estaría previsto para el 2020.

¿En qué consistirá este segundo dividiendo?

Este segundo dividendo digital reasignará la banda de frecuencias de 700 MHz (694-790 MHz) a las conexiones móviles y reservando la banda 470-694 MHz para los canales de radiotelevisión, dejando espacio para los avances digitales y la llegada del 5G.

Se marcará el 2020 como el año del cambio, pudiéndose retrasar dos años por causas justificadas (problemas financieros o problemas de interferencias) por partes de los países de la unión, un dividendo que tendrá una vida útil estimada hasta el 2030.

Una adaptación para todos los avances digitales que están por llegar, conexiones más rápidas o aplicaciones tecnológicas más innovadoras, que deberán verse promovidas por este avance en las telecomunicaciones.