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Qué es la curva de evolución de un incendio y cómo influye en la elección de sistemas de PCI

El riesgo de sufrir un incendio dentro de nuestro negocio siempre esta latente, las altas temperaturas son un factor determinante que multiplica las probabilidades de que se produzca fuego. Según datos facilitados por la empresa aseguradora AXA el 43% de los incendios en empresas se registran en verano. Por ello y para proteger a nuestro personal y los bienes de la compañía es importante tener claro dos factores: qué es la curva de evolución de un incendio y cómo influye en la elección de sistemas de PCI (Protección Contra Incendio).

El verano pasado se produjeron entre julio y agosto el 24% de los incendios equivalentes a todo el año. Aunque muchos de estos se debieron a accidentes producidos por las altas temperaturas y es necesario extremar la precaución durante este periodo estival, la mayoría de los incendios tuvieron lugar debido a la falta de cultura de prevención de las compañías.

Gran parte de las organizaciones empresariales sufren accidentes debido a que no llevan a cabo un mantenimiento preventivo de los aparatos eléctricos, ni toman medidas durante las sobretensiones eléctricas. Mantener las zonas de trabajo libres de residuos y derrames, evitar dejar objetos cerca de focos de calor, almacenar productos según las fichas de seguridad y en lugares con buena ventilación son algunas de las pautas a seguir para reducir el riesgo de incendios.

Según las estadísticas, los principales focos de incendio son, de más a menos frecuentes, los siguientes:

  • Electricidad
  • Fricción/rozamiento
  • Chispas metálicas
  • Fumar y fósforos
  • Corte y soldadura
  • Superficies calientes
  • Llamas abiertas
  • Ignición espontánea
  • Indeterminados

Entre los principales argumentos para disminuir el riesgo de accidente hay que tener en cuenta uno que es clave en cualquier contexto para evitar una catástrofe, la seguridad. Es importante establecer protocolos, unas sencillas pautas para saber como actuar en cada fase de un incendio y tener conocimiento de que sistema de protección hay que utilizar en cada ocasión. Ahí es donde entra en la ecuación la Curva de Evolución de un Incendio.

¿Qué es la Curva de Evolución de un Incendio?

La Curva de Evolución de un Incendio es una representación gráfica que muestra cómo se desarrolla un incendio a lo largo del tiempo. Esta curva proporciona información sobre la velocidad de propagación del fuego, la intensidad del calor y la generación de humo durante diferentes etapas del incendio. La curva se compone generalmente de cuatro etapas:

Inicio en fase 1 o fase incipiente

Es el período inicial del incendio, donde el fuego está empezando a desarrollarse. En esta etapa, el fuego suele ser pequeño y de baja intensidad. La curva muestra un crecimiento gradual del fuego.

Durante este periodo hay una generación mínima de calor, presencias de partículas de humo, pero ausencia de llama. Además, se forman gases y humos detectables por personas. La fase incipiente puede durar desde segundos hasta ahora y solo es detectable por sistemas de detección muy temprana.

Para esta fase las medidas de protección contra incendios más útiles son la instalación de sistemas de detección y alarmas, ya que permiten la detección y localización automática del incendio, así como la puesta en marcha automática de aquellas secuencias del Plan de Alarma incorporadas a la central de detección. En general, la rapidez de detección es superior a la detección por vigilante.

En Lasser somos expertos en instalación, reparación y mantenimiento de sistemas de detección y trabajamos con detectores de temperatura y detectores de gases. En función del fenómeno detectado podemos clasificar nuestros detectores en tres tipos:

  • Detectores de humos por productos de combustión. Detectores de humo sensibles a las partículas de los productos de combustión y/o de pirólisis en suspensión en el aire (aerosoles).
  • Detectores de humo por ionización. Sensible a los productos de combustión capaces de afectar las corrientes de ionización en el interior del detector. Detecta tanto partículas visibles como invisibles y tanto humo negro como blanco. Es el más adecuado para la detección de incendios con humo y llamas.
  • Detector óptico de humos. Sensible a los productos de combustión capaces de modificar la absorción o la difusión en la zona infrarroja, visible y/o ultravioleta del espectro electromagnético. Detecta partículas visibles y de humo blanco. Es el más adecuado para la detección de incendios con mucho humo y poca llama.

Incendio en fase 2 o fase de crecimiento

Durante esta etapa, el incendio se desarrolla rápidamente, propagándose y creciendo en tamaño e intensidad. La curva muestra un aumento pronunciado en la tasa de propagación del fuego y la generación de calor.

En este periodo la temperatura es todavía insuficiente para ser detectada. Los humos originados por la combustión ya son visibles al ojo humano y los detectores puntuales se activan. Para controlar esta fase de crecimiento lo mejor es utilizar extintores.

Es vital que profesionales como los de nuestra división de Protección contra Incendios mantengan los extintores en óptimas condiciones, ya que pueden aparecer problemas que inutilicen el extintor. Uno de los factores a tener en cuenta que es primordial es la ubicación del dispositivo y las certificaciones para el correcto funcionamiento de los mismos en caso de incidencia.

Además, es importante tener claro que no todos los extintores son iguales existen diferentes tipos. La elección de un agente extintor y su forma de aplicación dependen de diferentes variables, como son:

  • El tipo de fuego
  • La velocidad necesaria de actuación
  • La magnitud del riesgo
  • La ubicación de los factores de riesgo
  • El daño que pueda causar el posible agente extintor en las instalaciones
  • El coste del equipo de extinción

Incendio en fase 3 o fase de madurez

Es la etapa en la que el incendio alcanza su máxima intensidad. El fuego se propaga rápidamente, generando altas temperaturas y grandes cantidades de humo. En esta etapa, la curva muestra un pico en la propagación del fuego y en la generación de calor.

Durante este periodo el humo se acumula en las inmediaciones del fuego y se activan los sistemas de detección por temperatura. Para extinguir el incendio en esta fase es necesario el uso de mangueras de incendios (BIEs), por personal entrenado.

Una BIE es un material de lucha contra incendios que permite transportar y proyectar agua hasta el lugar del fuego y que consiste básicamente en una canalización y soporte para una manguera enrollada.

Es muy importante conocer las diferencias que existen en el uso de las bocas de incendio. Las de 45 mm se suelen instalar en aquellos lugares en los que se prevé que los incendios pueden ser de mayor calibre. Funcionan a una mayor presión y el personal que las utilice debe estar familiarizado con el uso de las mismas. Por lo general, se requieren dos personas para su uso.

Por otro lado, las mangueras de 25 mm, se suelen utilizar en locales cuya carga calorífica no sea elevada. A diferencia de la BIE 45 mm el agua circula por su interior incluso cuando el soporte está recogido. Su uso es más sencillo e incluso puede ser utilizada por una única persona.

Incendio en fase 4 o fase de declinación

El incendio comienza a disminuir en intensidad y tamaño. La tasa de propagación del fuego, la generación de calor y humo disminuyen gradualmente. La curva muestra una disminución en la propagación del fuego hasta que finalmente se extingue.

En esta fase, no se ha conseguido controlar el incendio con los medios manuales de extinción. El fuego se extiende rápidamente. La temperatura y el humo aumentan exponencialmente lo que hace imposible la presencia de personas en el lugar del incendio. En esta fase del incendio, entran en acción sistemas automáticos de extinción mediante rociadores de agua que controlan el incendio hasta la llegada de los bomberos.

Es fundamental contar con profesionales especializados que elijan los sistemas a instalar correctamente y que estudien los riesgos a proteger con el fin de evitar que un incendio vaya más allá de la fase incipiente. Es primordial aplicar el sistema optimo en cada una de las fases. Tener claro qué es la curva de evolución de un incendio y cómo influye en la elección de sistemas de PCI es esencial para evitar cualquier catástrofe por ello se recomienda siempre consultar a expertos profesionales en División de Protección Contra Incendios

Expertos en Protección Contra Incendio

En Lasser, nuestra división de protección contra incendio cuenta con las acreditaciones necesarias por el Ministerio para poder ayudarte en el asesoramiento, instalación y mantenimiento de tu sistema de protección contra incendios.

Por ello,   pídenos presupuesto gratuito llamando GRATIS al 900 321 111 o a través del siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo: