Cómo utilizar un extintor correctamente
Un incendio puede iniciarse en cualquier momento y lugar, y actuar con rapidez es indispensable para evitar que este se propague. En cuestión de segundos, un pequeño fuego puede convertirse en una catástrofe. En ese momento crítico, saber cómo utilizar un extintor correctamente puede marcar la diferencia entre controlar un incendio o sufrir daños irreparables. Pero, ¿realmente sabrías cómo actuar bajo presión? Muchas personas nunca han usado un extintor y, en una emergencia, la falta de conocimientos puede costar muy caro.
Imagina que estás en la cocina y, de repente, una sartén con aceite comienza a arder. O que, en la oficina, un enchufe sobrecargado genera un cortocircuito y las llamas empiezan a extenderse. En estos momentos, cada segundo cuenta y saber exactamente cómo actuar puede evitar una tragedia.
Sin embargo, ante el pánico, muchas personas intentan apagar el fuego de manera incorrecta, como echando agua sobre aceite ardiendo o utilizando un extintor inadecuado. Para evitar errores y asegurar tu seguridad, en este artículo aprenderás cómo usar un extintor. También verás qué tipos hay y en qué situaciones debes usarlo.
Identificar el tipo de extintor
En un incendio, elegir el extintor incorrecto puede ser un error fatal. No todos los fuegos son iguales, y usar el agente equivocado no solo puede ser ineficaz, sino que podría avivar aún más las llamas. Antes de actuar, debes identificar el tipo de fuego al que te enfrentas y utilizar el extintor adecuado para sofocarlo de manera efectiva.
Un cortocircuito en un ordenador provoca una chispa y, en cuestión de segundos, el fuego comienza a extenderse por el cableado. En una cocina industrial, el aceite sobrecalentado prende en llamas, generando una densa columna de humo. Un bidón de productos químicos cae al suelo y la sustancia inflamable se enciende de inmediato.
Cada tipo de incendio tiene un comportamiento diferente, y usar el extintor incorrecto no solo puede ser ineficaz, sino que podría agravar la situación. Para actuar con seguridad, es imprescindible conocer los distintos tipos de extintores y su uso adecuado. Entre los distintos tipos de extintores, diseñados para combatir diferentes clases de incendios cabe destacar:
- Extintores de agua: Ideales para apagar fuegos provocados por materiales sólidos como madera, papel o tela. Sin embargo, nunca deben usarse en incendios eléctricos o de líquidos inflamables.
- Extintores de CO₂ (dióxido de carbono): Son la mejor opción para fuegos en equipos eléctricos, ya que no conducen electricidad y no dejan residuos que puedan dañar los dispositivos.
- Extintores de espuma: Recomendados para incendios causados por líquidos inflamables como gasolina, aceite o disolventes. Crean una capa aislante que sofoca el fuego y evita que se propague.
- Extintores de polvo químico: Son los más versátiles, ya que pueden apagar incendios de sustancias químicas, gases y otros materiales combustibles. Son muy efectivos, pero pueden dejar residuos difíciles de limpiar.
Elegir el extintor correcto puede ser la diferencia entre apagar un fuego o avivar el desastre. Antes de actuar, detente un segundo, identifica el tipo de incendio y asegúrate de usar la herramienta adecuada.
Pasos para utilizar un extintor
En una emergencia, el tiempo juega en tu contra y actuar con rapidez es clave. Saber cómo utilizar un extintor correctamente puede marcar la diferencia entre sofocar el fuego a tiempo o dejar que se salga de control.
Aunque su uso es sencillo los nervios y la falta de conocimiento pueden hacer que una situación manejable se convierta en un desastre. Para evitarlo, recuerda estos cuatro pasos básicos, fáciles de memorizar con la palabra “PASO”.
P – Presiona la pinza de seguridad
El extintor no funcionará si no retiras primero la pinza de seguridad. Esta pieza metálica, ubicada en la parte superior, bloquea la palanca de activación y evita que se dispare sin querer.
Puede parecer un paso simple, pero en una situación de emergencia, el pánico puede jugarte una mala pasada. Los nervios hacen que las manos tiemblen, la respiración se acelere y la mente se bloquee.
Muchas personas intentan desesperadamente apretar el mango del extintor sin darse cuenta de que la pinza sigue puestas, perdiendo segundos valiosos mientras el fuego sigue avanzando.
Para evitar esto, agarra bien el extintor con ambas manos, localiza la pinza y tira de ella con firmeza hasta liberarla por completo. Si te cuesta quitarla, no entres en pánico: algunos extintores tienen una anilla de seguridad que debes girara ligeramente antes de tirar. Este pequeño gesto puede marcar la diferencia entre controlar el fuego a tiempo o perder el control de la situación.
A – Apunta la boquilla al fuego
Un error muy común en incendios es rociar el contenido del extintor de forma descontrolada o apuntar directamente a la parte superior de las llamas. Sin embargo, esto no servirá de nada. Si el extintor no llega al origen del fuego, el incendio seguirá ardiendo. Para actuar correctamente, es muy importante estar atento a las siguientes instrucciones:
- Colócate a una distancia segura, entre 2 y 3 metros del fuego. Si estás demasiado cerca, podrías inhalar humo o exponerte a altas temperaturas; si estás demasiado lejos, el polvo, la espuma o el CO₂ podrían dispersarse antes de llegar al foco del incendio.
- Sujeta bien el extintor y apunta la boquilla directamente a la base de las llamas, nunca a la parte superior.
- Evalúa el entorno. Si el fuego proviene de una sartén con aceite, nunca uses un extintor de agua, ya que el agua hará que el aceite arda con más fuerza. Si el incendio es en un enchufe o aparato eléctrico, asegúrate de que el extintor es de CO₂ para evitar riesgos de electrocución.
Recuerda: El fuego se alimenta de lo que está ardiendo, no de las llamas en sí. Si no atacas su base, la parte inferior, el incendio seguirá propagándose.
S – Aprieta el mango
En este punto es donde entra el extintor entra en acción. Con la boquilla bien dirigida, presiona con fuerza el mango para liberar el extintor. Si nunca has usado un extintor antes, la primera reacción puede ser la sorpresa: el chorro sale con mucha presión, el ruido es fuerte y podrás sentir un ligero retroceso en las manos. Pero no te asustes ni sueltes el mando. Mantén el control y aplica el agente de forma constante.
Errores comunes que debes evitar:
- Algunas personas presionan el mando intermitentemente, pensando que así regulan mejor el uso del extintor. Esto es un error. Si aplicas el agente en ráfagas cortas, puede dejar partes del fuego sin cubrir, permitiendo que las llamas vuelvan a prenderse.
- No sueltes el mango demasiado pronto. Mantén la presión constante hasta asegurarte de que el fuego comienza a ceder. Mantén la calma, respira hondo y actúa con determinación.
O – Mueve de lado a lado
Aquí es donde muchos fallan. No basta con disparar el agente extintor en un solo punto. Para pagar completamente el fuego, debes mover la boquilla de un lado a otro en un barrido uniforme. Si solo descargas el extintor en un solo punto, pueden quedar zonas ardientes que reaviven las llamas en cuestión de segundos. En cambio, si cubres toda la base del incendio de manera uniforme, lograrás sofocarlo con mayor eficacia.
- Si el fuego es pequeño, un movimiento amplio y controlado de un lado a otro será suficiente para apagarlo.
- Si el fuego es más grande o está extendiéndose, mantén el chorro constante y sigue rociando en un barrido continuo hasta que las llamas desaparezcan o el extintor se vacíe.
- Si después de agotar el extintor el fuego sigue activo, no arriesgues tu seguridad. Evacúa de inmediato y llama a los servicios de emergencia.
Cuando las llamas desaparezcan, mantente alerta. En algunos casos, pueden quedar brasas encendidas o puntos calientes que podrían hacer que el fuego se reactive. Si tienes acceso a otro extintor, asegúrate de dar una última aplicación para enfriar la zona afectada.
Dominar estos cuatros pasos puede ser la diferencia entre controlar un incendio y verlo propagarse sin control. No esperes a una emergencia para aprender a usar un extintor. Familiarízate con su funcionamiento, verifica su ubicación en entorno y, si tienes la oportunidad, participa en simulaciones de uso. En un momento crítico, estos conocimientos pueden salvar vidas.
Precauciones y consejos al usar un extintor
Saber cómo utilizar un extintor correctamente puede marcar la diferencia entre controlar un incendio o que se salga de control. Sin embargo, no basta con saber activarlo, también es fundamental seguir una serie de precauciones para evitar riesgos innecesarios.
Un mal uso podría poner en peligro tu seguridad o incluso empeorar la situación. Para minimizar los riesgos y actuar con confianza en caso de emergencia, aquí tienes algunas recomendaciones clave que debes tener en cuenta antes, durante y después de usar un extintor.
Evita inhalar el contenido del extintor
Cuando activas un extintor, el aire rápidamente de partículas de polvo químico, CO2 o espuma.
Respirar estos productos en exceso puede causar tos, irritación o incluso dificultar la respiración.
Si te encuentras en un espacio cerrado, intenta contener la respiración unos segundos mientras descargas el extintor y, si es posible, abre puertas o ventanas para ventilar el área.
Mantén la calma y evalúa la situación
En una emergencia, los nervios pueden hacer que actúes impulsivamente. Pero recuerda, un extintor es útil solo para incendios pequeños y controlables. Si el fuego es demasiado grande o se expande rápidamente, no intentes apagarlo a toda costa. Evacúa el área y llama a los bomberos.
Vamos a poner un ejemplo. Estás en la cocina y el aceite de una sartén comienza a arder. Lo primero es no entrar en pánico ni echar agua (que solo empeoraría el fuego). Si tienes un extintor adecuado a mano, úsalo de inmediato. Pero si el fuego se extiende a los muebles o la campana extractora, sal de la casa y llama a emergencias.
Verifica el estado del extintor antes de usarlo
Un extintor no sirve de nada si está descargado o caducado. Imagina descubrir que el extintor de tu oficina o casa no funciona justo cuando más lo necesitas. Para evitarlo:
- Revisa la fecha de caducidad periódicamente. La mayoría tienen una vida útil de entre 3 y 5 años.
- Mira el manómetro (si tiene uno). La aguja debe estar en la zona verde, lo que indica que está completamente cargado.
- Asegúrate de que la boquilla no esté obstruida y que la pinza de seguridad esté en buen estado.
Tener un extintor en casa, en el coche o en el trabajo es una excelente decisión, pero solo será útil si está en condiciones de usarse cuando realmente lo necesites. Prevenir es la clave.
¿Cuándo NO utilizar un extintor?
Saber como utilizar un extintor es clave en una emergencia, pero también es igual de importante saber cuándo NO usarlo. Aunque estos dispositivos están diseñados para apagar incendios pequeños y controlables, hay situaciones en las que intentar combatir el fuego puede ponerte en mayor peligro.
Ponte en la situación de que estas en casa y de repente ves llamas en la cocina. Tu instinto te dice que cojas el extintor y actúes, pero ¿es realmente seguro hacerlo? ¿Y si el fuego ya se ha extendido o el humo es demasiado denso?
En algunas circunstancias, tratar de apagar un incendio por tu cuenta puede agravar la situación o ponerte en riesgo de intoxicación, quemaduras o incluso quedar atrapado.
Para evitar estas situaciones peligrosas, es fundamental reconocer esos momentos y valorar si se puede actuar o si ya es tarde y lo mejor que puedes hacer es evacuar el área y llamar a los bomberos.
El fuego es demasiado grande o se está extendiendo rápidamente
Si las llamas comienzan en un solo punto, como una cortina una papelera, es posible apagarlas rápidamente con un extintor. Pero si el fuego ya ha alcanzado otros objetos cercanos, como muebles o el techo, el riesgo aumenta considerablemente. En estos casos, el calor y el humo pueden volverse insoportables en segundos, dificultando la respiración y la visibilidad. Si notas que el incendio crece sin control, evacua de inmediato y llama a los bomberos.
El fuego es de origen eléctrico y no tienes un extintor adecuado
Los incendios provocados por aparatos eléctricos no deben apagarse con agua, ya que el agua es conductora de electricidad y podrías electrocutarte. En estos casos, solo es seguro actuar si cuentas con un extintor de CO2 o de polvo químico. Por ejemplo, si un enchufe comienza a arder o un electrodoméstico se incendia, un extintor de CO2 es la mejor opción para sofocar las llamas sin riesgo. Si solo dispones de un extintor de agua, lo más seguro es alejarse y llamar a emergencias.
La habitación está llena de humo y no tienes una vía de escape segura
Si el humo empieza a invadir la zona y te cuesta respirara y ver con claridad es momento de evacuar. El humo es tan peligroso como el fuego, ya que puede provocar asfixia en pocos minutos. Además, si las llamas bloquean la salida, podrías quedar atrapado sin posibilidad de escapar.
En incendios dentro de edificios, por ejemplo, si el fuego comienza en una cocina y el humo ya ha invadido el pasillo, intentar apagarlo con un extintor puede ser demasiado arriesgado. En estas situaciones, lo más seguro es buscar una vía de escape lo antes posible y salir del lugar.
Lasser te ayuda a actuar con seguridad y confianza
Dominar el uso del extintor es indispensable para garantizar la seguridad en situaciones de emergencia. Tener claros los pasos a seguir y estar preparado para actuar rápidamente puede ser la diferencia entre controlar un incendio y que se propague sin control. Además, es importante que los extintores se mantengan en buen estado, ya que un extintor caducado o sin carga podría poner en peligro tu seguridad cuando más lo necesites.
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